Foto; Jesús María Catano Serna, Cumbre Nacional de Experiencias de Pedagogías de Paz |
«ABCdario del Infierno»: algunos poemas del nuevo libro de Luis Carlos Pulgarín Ceballos
Un periplo a través de 6 poemas de Pulgarín Ceballos y, al final, una breve reseña de su libro.
Homenaje
A María Mercedes Carranza
(en memoria)
Desde este lado oriente
la ciudad se extiende
a lo largo y ancho
como un monstruo gris incontenible
Desde este lado oriente de la ciudad
escucho el rumor y la estridencia
el caudaloso río de una jauría ansiosa por devorar el tiempo
De este lado oriente de la ciudad
unas cuántas calles empinadas más abajo
vivió María Mercedes
imagino que muchos días al despertar
a lo mejor todos
al abrir
de par en par
su ventana
para saludar las fatigas que tocaban las puertas del nuevo día
se encontró con la misma ciudad
que me encuentro yo cada mañana
y la anhelo de nuevo más pequeña
con menos pretensión de edificio desbocado hacia el cielo
a salvo de ensordecedoras congestiones
más llena de rocío y de paraguas
como en la época de su infancia
cuando era más suya
y subía a los cerros para arroparla toda con una sola mirada
y luego corría por sus calles
para recoger la poesía de la lluvia lenta
o simplemente
jugaba con el aire dando pequeños saltos
para no salpicar su uniforme de la escuela
en los espejos que quedaban de la lluvia
sobre calles y andenes
De este lado oriente de la ciudad
con viejas casas
y memoria de una cierta arquitectura provinciana
donde las fachadas guardan el olor del miedo
y las esquinas y zaguanes
la ansiedad del asaltante
María Mercedes destendió su cama
con la serenidad propia de quien ya no tiene prisa alguna
se acostó abrazada al adiós de su existencia
se cansó de ser extranjera de sí misma
de hablar a solas ante el espejo
de su desolada presencia
en esta urbe con millones de habitantes
dejó en el viento besos y sonrisas suficientes
para que su hija comprendiera su ausencia escogida
y se fue al encuentro de respuestas
para ese puñado de preguntas que siempre tuvo
A esta hora ya debe saber
si Rimbaud soñaba cuando soñaba Verlaine
o si solo
«se trata de un tema
de escritores sin oficio»
en una ciudad que nos resulta cada vez más ajena
Poema ganador en el Concurso Nacional «Poesía Capital»,
Casa de Poesía Silva y Ministerio de Cultura, 2005.
ABCdario del infierno I (Leiva)
En mi país
(país maldito
por ángeles expulsados del paraíso)
La letra con sangre entra
Las manecillas del reloj de la infancia
corren por caminos polvorientos
con su desparpajo de primavera
para llegar a su meta
La escuela donde el maestro
espera la tarea
La muerte
envidiosa y marrullera
ha tendido su red con olor a plomo
El camino ahora es un lecho de cardos
y espinas de rosas fúnebres
La tarde suelta su rumor de duelo
de rodillas los cuadernos caen
ruedan por el polvoriento suelo
y de entre sus hojas en desorden
lleno de espanto
se libera un mudo abecedario
La madre sin intuir un por qué
empieza a sentir que los santos en el altar visten de luto
En la mesa de la espera
servida quedará la merienda
Cartografías de la memoria
5
Éxodos
La casa derruida por el tiempo
habitada por la soledad
mientras las cucarachas hacen un festín
con las sobras de la cena que se quedó a medias
La puerta de par en par
como testimonio
del afán que sembró el miedo
y la mecedora dormitando el viento
que zarandea tus recuerdos.
Las paredes abrazando inconfesables secretos
y un baúl desolado después del saqueo
a la hora que los zaguanes murmuran
una lenta melodía de duelo
y la lluvia borra las huellas
de tus últimos pasos por el patio
ABCdario del infierno VII (Rompecabezas)
Fra
g
men
ta
do
Su
cu er po
como un
abecedario
ro
to
y
re ga do
por
el
patio
Una madre
con paciencia y sin espanto
lo va juntando
pieza a pieza
lo cose con sus besos
Desolación (Alto Naya, 2001)
En la pizarra
de la vieja escuela rural
donde el aire es solo olor de humo
y el viento un gris y espeso manto de ceniza
Inconclusas quedan algunas operaciones matemáticas
última lección de la maestra ante el fragor del miedo
Adición de incertidumbres
y resta de alumnos salidos en diáspora
Caligrafías del olvido
En la última vereda devastada
arden las últimas tablas de madera
que un día fueron casa
hogar
cobijo
dispersas cortinas de humo
elevan hacia el cielo
los nombres de Pedro Manuel
Carlota José Antonia Abel
Luisa María Roberto Gabriel
Después de jugar con ellos
como si fueran
la cola de una cometa sin rumbo
el viento
como un niño travieso
los fragmenta
Apretar la realidad con abecedarios trágicos
Reseña de ABCdario del infierno de Luis Carlos Pulgarín Ceballos
Por Samuel Solórzano Cisery
En las inmediaciones de la desidia, del intercambio de conflagraciones que se elevan con humos desamparados, la poesía de Pulgarín Ceballos reacciona como espejo por tierra, fragmentándose para abarcar las casi inabarcables ruinas de memoria y espíritu. Cada fragmento nos devuelve los rostros que la muerte ha borrado, las voces que repiten con desgarro sus nombres, el jardín o la casa cuyas fibras ardieron en el fuego, pero sus cenizas se niegan a mezclarse en una ciénaga de olvido.
ABCdario del infierno (2022) de Pulgarín Ceballos expresa un territorio lleno de violencia y se pregunta no solo por el sufrimiento de sus habitantes, sino también por sus actividades, aprendizajes y afectos antes de que fueran truncados. En sus versos se hilvanan así personajes como los niños y las madres, donde los primeros padecen, son asesinados aún sin aprender los completos abecedarios para manifestar en palabra sus sufrimientos más allá de la línea de la muerte; y las madres son aquellos tótems que reciben toda la carga de ausencia e impotencia, las que levantan las manos al cielo y son franqueadas por el agónico silencio de una pregunta sin respuesta. Es entonces cuando este poemario coloca sobre un nenúfar giratorio cada tragedia y evita que se anegue con los ciclos de violencia-muerte. La poesía no frena ciclos, pero sí sacude el polvo.
ABCdario del Infierno abre su periplo con un homenaje a María Mercedes Carranza, que es un “elogio a los suicidas”; un poema que expande la última mañana de vida de la poeta bogotana quien dirigió la entidad cultural Casa de Poesía Silva desde su fundación en 1986 hasta que se suicidó en el 2003.
Luego el ABCdario del infierno recupera la topografía de la Comedia de Dante con tres secciones que extrapolan los ciclos violentos en tres niveles, con la única diferencia es que no hay paraíso. La primera sección “Capítulo 1 – Infierno” se concentran los poemas que abordan la memoria y el olvido que penetran en las coyunturas de una muerte interior con un telón de masacres de fondo.
En el “Capítulo 2 – Purgatorio” los poemas se astillan con cada ciudad y pueblo nombrado a través de versos que dibujan, describen, anuncian las ruinas y los resabios del conflicto armado. Por último, en el “Capítulo 3 – Otros poemas en las turbulencias de Aqueronte” el desasosiego se encarna con las manos que desaparecen, la infancia que sangra, la oración jamás escuchada y las corrupciones como pan de cada día; poniendo el final de un periplo que gira y regresa sobre sí mismo, como el nenúfar que flota sin ningún destino.
Este nuevo poemario de Pulgarín Ceballos es devastador. Aprieta la realidad falsa de la cotidianidad y del paso del tiempo para mostrar las heridas de un país debajo de la ilusión de paz.
***
Sobre Luis Carlos Pulgarín Ceballos
Luis Carlos Pulgarin Ceballos (Colombia, 1967). Escritor, periodista, comunicador social, abogado, dramaturgo, actor, director de teatro y narrador oral. Ha realizado estudios sobre justicia transicional, negociación y resolución pacífica de conflictos, acción para la paz, gerencia cultural, liderazgo social y político, Derechos Humanos, DIH, literatura, producción audiovisual, teatro, entre otros. Catedrático universitario. Promotor, consultor, interventor y coordinador de proyectos culturales, juveniles, sociales, de acompañamiento a víctimas del conflicto armado y de Derechos Humanos en varias regiones del país. Cofundador de grupos culturales como la Corporación de Cuenteros y Narradores Orales de Antioquia y Vivapalabra de Medellín e integrante del Taller de Escritores Urabá Escribe (años 90).
Premio Nacional de Dramaturgia para Niños 2001. Ganador Concurso Nacional «Poesía Capital», Casa de Poesía Silva, 2005. Beca IDCT de Creación en Teatro, 2002. Ganador del concurso nacional de proyectos para televisión «No se le arrugue» de Producciones PUNCH, año 2000. Libretista del programa Planeta Niños (nominado por el periódico El Tiempo, como mejor programa infantil de la televisión colombiana en 2004). Segundo lugar en el III Concurso de Cuento Eutiquio Leal (Taller de Escritores Gabriel García Márquez y U. Autónoma de Colombia), 2012. Ganador del Concurso Tertulias a la Francesa con el proyecto «Las bodas de Figaro», Fundalectura y Embajada de Francia, 2006. Nombrado Embajador del idioma español, por La Fundación César Egido Serrano y el Museo de la Palabra en sesión plenaria, Madrid, España, febrero de 2018.
Ha publicado: Urabá, el mayor éxodo de los últimos años (investigación, 1995), Refugiados colombianos en Panamá (informe, 1998), Esta fabulilla es una farsa (teatro infantil, 2002), La trágica historia de amor del gato Romeo y Julieta, la ratona (cuento infantil, 2004), Los Relatos del Majuy (tradición oral del municipio de Cota, 2007), Crimen de media noche (teatro en estudio, 2016), Altazor; antología poética de la campaña 1 millón de poemas contra la guerra, la impunidad y el olvido (2012). ABCdario del infierno (poesía, 2022); Mudanza y otras minificciones (cuento, 2022). Poemas, cuentos y artículos suyos han sido publicados en: Antología del cuento contemporáneo (Revista Vericuetos, edición bilingüe, Paris, Francia, 2020). Revistas Casa de Poesía Silva, Golpe de Dados y Contestarte. Magazín Dominical de El Espectador. Entre otros medios periodísticos, universitarios, nacionales y regionales.
Esta sección de La Cháchara literaria es coordinada por Samuel Solórzano Cisery.
Luis Carlos, siempre uno encuentra a los amigos, o a los admirados por ahí, diseminados en poemas, versos, textos y canciones... conmueve y me conmueve tu dúctil pluma y tu capacidad para llevarnos al campo, al final, no sé si de batalla a estas alturas del paseo, pero sí, al traspatio de esta doloroso historia de tantos y tantas adelantados en el camino al Olimpo, de manera estruendosamente dolorosa y sin voz como sonido... Gracias por tu generosidad.
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